La cabeza ósea se divide en dos partes:
Posterior o cráneo; caja ósea que contiene el encéfalo.
Anterior o cara; aloja la mayoría de los órganos de los sentidos y sostiene los de la masticación. El cráneo está formado por ocho huesos planos muy resistentes que se describen a continuación.
Los dos parietales que se sitúan en las áreas laterales superiores.
Los dos temporales que se ubican en la parte inferior y protegen los órganos del oído y del equilibrio.
Se distinguen en los temporales tres porciones:
Porción escamosa, aplanada lateralmente en forma de círculo irregular, que contribuye a formar la bóveda craneal.
Porción mastoidea, que presenta en su interior cavidades de contenido aéreo, las celdillas mastoideas.
Porción petrosa o peñasco, que aloja en su interior los órganos del oído y del equilibrio.
El hueso frontal que da forma a la frente, sirve de base al cráneo y presenta dos profundas cavidades u órbitas, donde se alojan los globos oculares. A los dos lados de su línea media y en su espesor se encuentran los senos frontales, cavidades rellenas de aire que comunican con las fosas nasales.
El etmoides es un pequeño hueso que forma parte de la pared externa de las fosas nasales, y emite unas prolongaciones a cada lado, los cornetes. Está en contacto con los centros nerviosos mediante su lámina cribosa, a través de la cual pasan los filetes olfatorios.
El esfenoides, en la parte anterior y media de la base del cráneo, presenta: una parte central o cuerpo, que aloja la glándula hipófisis en una excavación situada en su cara superior, llamada silla turca. En el espesor del mismo se encierran los senos esfenoidales. Dos prolongaciones a cada lado, las alas, que forman parte de las órbitas y de la base craneana.
El occipital es un hueso situado en la parte posterior e inferior del cráneo. Presenta un gran orificio interior, el agujero occipital, que comunica el cráneo con la médula espinal de la columna vertebral, y a través del cual pasan las principales vías nerviosas. El hueso occipital está articulado con el atlas, que es la primera vértebra cervical.
Huesos de la cara
Los huesos de la región superior de la cara son solidarios del cráneo y, a excepción del vómer situado en la línea media son pares y simétricos. El maxilar superior está dividido en dos huesos fijos, uno a cada lado de la línea media; el pómulo también llamado hueso malar o cigomático; el unguis o hueso lagrimal; los cornetes superior, medio e inferior; el nasal que se articula con los maxilares superiores y con el frontal y el palatino.
Maxilar inferior
El maxilar inferior o mandíbula es una pieza móvil ya que su principal tarea es la de la masticación. Posee unos salientes o apófisis que terminan en los cóndilos, que se articulan con el cráneo a través del hueso temporal en su cavidad glenoidea, permitiendo abrir y cerrar la boca. En ellos se implantan las piezas dentarias inferiores.
Los huesos de la cara, junto con los de la base del cráneo, forman las diferentes cavidades como: las cavidades orbitarias, las nasales y la bucal donde se alojan respectivamente, el globo ocular, la mucosa pituitaria y la lengua con las terminaciones gustativas.
Fosas nasales
Son dos cavidades alargadas, situadas a derecha e izquierda de la línea media de la cara, con dos aberturas, anterior y posterior. Están separadas entre sí por el tabique nasal, constituido por los huesos vómer y etmoides. Su pared externa presenta tres láminas óseas, los cornetes, y tres orificios, los meatos, que las comunican con los senos.